Lágrimas menguando temblorosas en los párpados.
Escalofríos al compás de su nombre.
Los recuerdos se roban la sonrisa y nos dejan escapar con sigilo y soledad.
Armas que jamas fueron ni serán suficientes ante su glorioso ser.
Promesas que jamas tomaron el motor adecuado y dañaron la esperanza de mi voz.
Los pilares que diseño se volvieron frágiles pero jamas se derrumbo.
Aprendí a volar sin la necesidad de soñar.
Ese tornado que era su diferente corazón, jamas lo terminare de entender.
Se perdieron piezas de ese rompecabezas, lo dejamos a la mitad con la luz apagada.
Caminos bien marcados pero no definidos, dolorosos pasos, dolorosa razón.
Pensamientos tórridos con sustentó, sin noción.
Perturbador imaginar el reencuentro, excitante esperar su calor.
Le esperare en mi puente de los sueños, iré a gritar un rato odiándome por desearle tanto...
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