Justo cuando no puedes decir ni media palabra, justo en ese momento es cuando brotan las letras en este lugar, carta sin son pero si dolor..
Puedes marcharte y dejar atrás las cosas de una sola vez. Cómo? pretendo murmurar te al oído que no partas mi vida en dos, pero como podría si ni siquiera yo entiendo que fue lo que paso.
Te vi esa noche de verano en aquel bar de moda, no te puse atención, salude sin mirar tus ojos y así paso, después de un rato ella me instó a besarte, no pude evitarlo, te vi de lejos y me pareciste fantástico, no un típico chico de noche, no un típico charlatán de palabras largas y puño en la barbilla. Fuiste tierno y paciente, no tenia tiempo de quedarme, fue tan rápido y corto, pero en aquel viaje alcohólico y embriagante logre fotografiar tus besos y tus manos sujetándome de la blusa.
Pasaron los meses y te seguí frecuentando, no en persona porque eres de otra parte de mi luna, solo esperaba leerte. Me gustaba la forma en que trabajabas pasando las horas escribiendo en tu jueguito pequeño. Mordisque un poco las teclas imaginando tu mirada, tus palabras y tu voz, jamas escuche tu voz en verdad, ese estruendo del bar no me lo permitio, apenas pude digerir tus palabras, tus besos fueron el sazón.
Después llego la semana de extrema felicidad y sublimes encantos, MUCHO muy sublime. Quedaste prendado de estas manos regordetas y pequeñas, quedaste tatuado en mi mente, cada rincón de tu piel, cada pieza de tu ser y tu esencia quedaron flasheadas en mi interior. Tejí una mantita impermeable con un poco de teflón para eso de los rozones de amor, pero no funciono, la charlatanería de los días y esos alardes del día a día empaparon mi loco y perdido botón de encendido y me perdí, me perdí entre tus piernas y tu olor se colgó de mi nariz, tonto y loco adiós.
Te vas a un lugar para lograr cosas mejores lo se, pero se que al pasar de los días y las lunas escondidas en tu regazo te olvidaras de aquella gatita loca con peinados despeinados, no pretendo que te enloquezcan mis días, pero intento mejorar tu presencia en los callejones de Juárez, estas manos que escriben están frías y me late fuerte eso que llaman corazón sangriento, cada vez que te pienso y creo que es la mayoría del tiempo, pienso en que te iras y que no debo jugar a no me importa.
Ahora me gusta ¡como asesinar a felipes!, recuerdo que volvían locos mis días, es solo para no extrañar tanto, solo espero que en aquel lugar encuentres lo que deseas, logres lo que quieres lograr y existas tal y como eres. No alardeo al escribir esto públicamente, es simplemente que se escuchan bonitas las palabras de despedida.
Me gustas tal y como eres, no miento al decir que tus imperfecciones son las mas perfectas y hermosas, en mis momentos nunca eres serio y tus silencios no me incomodan, son como el postre de cada oración. Nunca digerí que llegaríamos a hacer algo, pero por dios que en estos momentos quisiera que no partieras he intentarlo, me gusta despertar a tu lado, me gusta dormir en tu regazo y añorar una noche mas, creo que me quedare con la añoranza en los brazos.
Simplemente fantástico, camina y no mires atrás, no hagas caso a mis palabras melosas, no te diré nada de frente, lo ocultare tras mi copete. Dame tu beso eterno, ese que dura para siempre, un fuerte abrazo y date la media vuelta que yo me quedaré nuevamente con un te quiero en los labios, y un yo se que puedes lograrlo.
Carta de un adiós, para alguien que nunca conoció...