En algún momento de esta existencia quise ser la persona que esperabas que fuera, con esa perfecta sonrisa y ese brillo de luna en las miradas, pretendía sofocar tus brazos con melosidad espontánea, pero tu eres tan verosímil que me enredaste entre tus dedos. Nunca he maldecido tus pasos, al contrario, he rezado por el don del despertar con un mejor mañana para tus días de invierno lejano, no somos lo que pretendí, pero somos lo bueno de toda la monserga que fue nuestro ayer. Entre camelos y anocheceres, desayuno en tu mirada distante tomando tu mano entre sueños. Aun no se que parte de tus susurros creer, pero me gusta tomarme el té con 2 de azúcar...
Creo que podríamos robarle un suspiro a la vida, si tan solo me viera la sonrisa de gatita loca que me provocas...
Un día a la vez... no somos los títeres de ayer...
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