Tratando de cortar esos hilos de mis brazos, intento entender este raro sentimiento, extrañando la inmensidad de la lejanía y el eco de sus palabras; son como espirales.
Entrando el amanecer recuerdo que las entradas fueron gratis, jamas se robo nada, nunca inicie las rondas, siempre espere sentada detenida por el miedo a que las cosas hubieran cambiado de lugar opacando la noche, esa con su luz roja de fondo.
Se puso algo extraño el movimiento de mi mano al saber tales declaraciones, se que no sabes que yo se todo lo que soltaste defendiendo tu enmarañado pecho, simplemente las excusas brotaron y mi alma se inundo...
Esta mente loca no deja de reclamar el lugar que se ocupo por meses y que en un instante exploto la razón.
Así sin mas no dejo de pensar en ti.
Así sin mas es inútil el querer trabajar.
Así sin mas me mordisqueo los labios queriendo me insultar.
Así sin mas reciclo estos trozos de sentimientos dispersos.
No se escuchan reclamos de fondo, ese sonido es de aquella canción melosa que tanto cante por semanas recordando lo sublime de nuestra semana, injustificadamente malinterprete las cosas gracias a la negación de especificar el carácter de oficio.
Así sin mas pretendí escarbar en tu pecho.
Así sin mas creí en tus amoríos desmoronados.
Así sin mas quise curar tus alas rotas de tanto volar.
Así sin mas endulce mis días.
Así sin mas confundí el final...
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