Aun después de tantos años sigue rompiéndome el alma y el orgullo.
Vuelve cada que le da la gana y arremete con fuerza, cada vez con mas fuerza.
Se queda la pregunta en el aire, reír o llorar?
Tan prohibido como siempre, tan prohibido como nunca.
Cuando decidir jugar no es lo correcto, pero no se puede evitar.
Las armaduras no son suficiente y las heridas se abren como si fuera ayer.
Estas manos, no sabemos si se detendrán.
Con esperanza de nada, con sueños de todo y las ganas en la piel.
Me tomó una y otra vez, estúpida pasión sin lógica.
Las medidas perfectas para un final no encuentran la hora de llegar.
Con la razón atravesada en la garganta me pregunto cuando terminara.
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