Fingir estar bien?
Fingir estar mal?
Fingir amar?
Fingir no mar?
Fingir que no importa?
Fingir que importa?
Fingir que no duele?
Fingir que duele?
Fingir una sonrisa?
Fingir enojo?
Fingir el llanto?
Fingir mostrarse interesado?
Fingir, fingir, fingir...
Tenemos tanto miedo a ser reales, miedo a mostrar la verdadera cara del ser, miedo a decir te extraño, miedo a decir te quiero, miedo a decir no te quiero, miedo a ser dañados, miedo a dañar, miedo al preguntar, miedo al morir, miedo al vivir, miedo al sonreír, miedo al dormir y no despertar, miedo a uno mismo. Tenemos tanto miedo a ser, que olvidamos disfrutar de esas pequeñas cosas que nos da gratis la vida; tenemos miedo a ser felices y a caminar con la frente en alto.
Olvidamos que somos débiles, olvidamos que somos fuertes, olvidamos que sabemos sonreír sinceramente, olvidamos que podemos ser reales, sin miedo al que dirán y sin miedo a mostrar el alma en cada mirada, nos preocupamos por si nos dejo, por si no nos llamo, por si visita todos los días nuestro perfil, por si el de a lado nos miro feo, por si los zapatos no brillan lo suficiente, por si el vecino tiene fiestas que duran hasta que sale el sol, por si llego el ultimo chisme en tv notas, por si la telenovela se termina el domingo, por si la caguama esta caliente, por si mi amigo se cogió a esa morrita de anoche. Dime tu cuando te vas a preocupar por tu felicidad.
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