A un mundo de distancia se arruga la soledad, cuando las resoluciónes están de mas y los pasos a dar son insostenibles; se encuentra tan necesario el salir corriendo, esconder el alma, sacrificar el me arriesgare por un no quiero saber.
Tanta sal inunda el alma en un mar, abismo poderoso he insaciable de dolor, pretenderás que caigan los días entre lágrimas y pesadez. No escuchaste las señales del porque se fueron las ganas de amar, callando los gemidos del alma con aquel tremendo golpe de razón.
Las siluetas del ayer pretenden rasgar las ropas hambrientas por el desdén de las noches frías en primavera, no entiende de melancolía, no entiende de la añoranza eterna.
Corto el tiempo, corto los días, inmenso el cariñito que pretende no esconder la naturaleza de sus días venideros, creció cual hierba mala entre jardines rebosantes en flor; empañaron ya los días de maldad, sin sobriedad alguna y tratar de explicar esta de mas, cuando aun queriendo dar mas, solo la maldad quedara...
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