Te vi pasar la noche que llegue, le robaste el aliento
sínica y apasionada.
Sofocaste sus sueños con tus manos frías y no dejaste más.
Complicaste las buenas noches con un – ¡mamacita no!
despierta por favor-
Te robaste esas lágrimas que no eran para ti, pero que
arrebataste sin algún sentimiento de compasión.
No pediste permiso para pasar, insultaste la vida, arrugaste sus vidas.
Con sed de dolor.
Con muecas de nada.
Amarraste su corazón y la llevaste de la mano así de fácil, así
como si nada…
Foto sin autor...
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